La puesta en escena de la Queen Symphony de Los Salerosos, Casanovas y Vallejos fue de una magnitud inenarrable.
El pasado sábado 26 de noviembre el Auditorio del Conservatorio Internacional de Torrevieja presenció un lleno al que sólo nos tiene acostumbrados la Orquesta Sinfónica de Torrevieja. En esta ocasión la propuesta artística sobrepasó todas las expectativas. Con la certidumbre de los resultados que tendría una publicidad profesionalmente bien diseñada y ubicada, la Asociación Musical Los Salerosos junto a los coros Maestro Casanovas y Francisco Vallejos se unieron para festejar y agasajar a lo grande a la Patrona de los músicos, Santa Cecilia.
Más de 150 ejecutantes, entre instrumentistas y coralistas, colmaron el amplio escenario de nuestra mayor y más importante sala de conciertos. Después de una concisa intervención del presentador, comunicador y periodista Francisco Reyes sobre el contenido de Queen Symphony, comenzó a suceder en Torrevieja algo verdaderamente mágico e histórico: la ejecución, por primera vez en nuestra ciudad y con personal artístico netamente torrevejense, de una obra inusual y complicada. Inusual, por el enfoque del material que aborda; complicada, por la profusión poliédrica del tratamiento orquestal y por los retos que implican la fiel interpretación de las intenciones artísticas del director y compositor inglés Tolga Kashif, autor de la obra.
Queen Symphony es una sinfonía que, como pocas, consta de seis movimientos con aproximadamente una hora de duración. Se suceden, se entrelazan y se engarzan en un hermoso buqué la estilización sinfónica de sólo algunas de las más famosas, representativas y trascendentes canciones del grupo inglés que, bajo el nombre de Queen y con el irrepetible Freddie Mercury como solista, dejó una imborrable huella en el desarrollo de la música y que solamente se puede comparar al de sus cotemporáneos Beatles.
En ella pudimos degustar temas como Bohemian Rhapsody, We Will Rock You, We Are The Champions, Who Wants To Live Forever, entre muchas otras. Al frente del gran colectivo sinfónico coral Adrián Hurtado, brillante clarinetista y director, hizo gala de una dirección inteligente y precisa, enérgica y sutil que alcanza cotas de creación artística de alto nivel. El instrumento coral, utilizado en esta partitura casi a la manera del Debussy de “Sirenas” en sus Nocturnos, tiñe la sonoridad orquestal con pinceladas impresionistas como las de un cuadro de Monet, de Degas o de Renoir. Sentimos estar en presencia de un gigantesco gobelino vocal entretejido por el Coro Maestro Casanovas y la Coral Francisco Vallejos, que, gracias a la profesionalidad de sus directores, los maestros Sabina Martínez y Aníbal Cano respectivamente han conseguido una sonoridad coral potente, compacta, afinada y tímbricamente coronada con unas ligerísimas y argentadas sopranos que, generalmente, sólo se encuentran en los mejores coros escandinavos.
La Banda Sinfónica que constituyeron para esta ocasión Los salerosos con el refuerzo de instrumentistas de cuerda de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja consiguió resolver con pericia las punzantes disonancias, la consecución de aristados compases asimétricos o el empaste de inusuales combinaciones tímbricas de una partitura muy bien escrita, pero siempre deudora de un temprano Stravinski en su “Pájaro de fuego”, de un audaz Prokofiev en su tercer Concierto para piano, de un afiligranado Ravel en la orquestación de los “Cuadros de una exposición” de Músorgski o de un apabullante Hans Zimmer en tal vez la mejor de sus bandas sonoras: Gladiator. Los artífices, que en la sombra convierten en oro todo lo que tocan, los técnicos de sonido Juan Carlos García y Walter Linás, merecen, como siempre, el más profundo respeto y agradecimiento.
Y para terminar: la belleza de algunos de los mejores pasajes fue digna de las más importantes salas de concierto del mundo. El Auditorio del Conservatorio Internacional de Torrevieja llegará a ser una de ellas y el resultado será siempre, como el del pasado sábado, el triunfo de los campeones.
Nunca mejor dicho. “You are the champions”
Sinceramente, ¡enhorabuena!